El dibujo infantil: del garabato a su interpretación
El dibujo infantil
1- Evolución del dibujo infantil (del garabato a la figura humana)
a) El Garabato
b) Del garabato a las primeras formas
c) Las líneas empiezan a tomar forma
d) El detalle aumenta
e) La figura humana se perfila
f) Se consolidan las formas
g) El personaje en situación
2- Aspectos a evaluar en esta primera etapa
3- El dibujo a partir de los 5 años
4- Rasgos psicológicos y su expresión en el dibujo
5- Algunos ejemplos de dibujo libre
a) El Garabato
b) Del garabato a las primeras formas
c) Las líneas empiezan a tomar forma
d) El detalle aumenta
e) La figura humana se perfila
f) Se consolidan las formas
g) El personaje en situación
2- Aspectos a evaluar en esta primera etapa
3- El dibujo a partir de los 5 años
4- Rasgos psicológicos y su expresión en el dibujo
5- Algunos ejemplos de dibujo libre
1- Evolución del dibujo infantil
a) El Garabato
El primer garabato (no siempre efectuado sobre papel), supone la primera expresión gráfica de lo que más adelante serán trazos que irán tomando progresivamente forma y contenido. Son los precursores de algo más importante que vendrá después: el dibujo y la escritura.
Estos primeros "dibujos" suelen efectuarse a partir del año y medio. Evidentemente sin intención ni capacidad para representar formas, figuras u objetos. Sí pueden, desde un punto de vista psicológico, permitirnos explorar algunos detalles tempranos de su afectividad y temperamento como se expone un poco más adelante.
Sus primeros contactos con el lápiz y el papel van a ser exploratorios y muy condicionados por las limitaciones obvias de su capacidad y maduración visomotora.
Igual como ocurre con en otros aspectos del aprendizaje, cada niño es un mundo y seguirá su propio proceso y ciclo. Los hay más precoces y otros más lentos en la adquisición de ciertas habilidades. Ello no tienen que ser síntoma inequívo, al menos en estas edades, de retraso o menos capacidad futura. No obstante, siempre será positivo potenciar, motivar y acompañar al niño en cualquier proceso de aprendizaje y estar atentos a a cualquier problema que pudiera surgir.
b) Del garabato a las primeras formas
A partir del segundo año, el niño es capaz de ir dando forma
a los garabatos. Ya no se trata sólo de líneas inconexas sino que se
observan agrupamientos de trazos en formas con contornos. Pueden ser los
primeros intentos de representar objetos del mundo real. Evidentemente
el nivel de maduración no permite todavía la definición de las formas.
Suele también empezar la experimentación con diferentes colores. En esta
etapa ya podemos distinguir algunos rasgos del temperamento del niño
tal como se apunta más adelante.
c) Las líneas empiezan a tomar forma
Estamos ya en la etapa de 2,5 años aproximadamente. El niño
es capaz de dibujar circulos y combinarlo con líneas para crear nuevas
formas. Son dibujos que ya tienen cierto parecido con objetos y figuras
humanas pero sin llegar a nivel de detalle suficiente como para
identificarlas plenamente.
d) El detalle aumenta
Cercanos los tres años pueden aparecer las primeras formas
que identifican objetos o personas. El dibujo puede tener ya una
intención clara de comunicar situaciones, personajes y emociones. La
forma se perfila y podemos reconocer en ellos el primer esbozo de la
figura humana. Son humanoides sólo con piernas y cabeza. Otros objetos
de interés para el niño pueden ser también objeto de plasmación en el
papel (autobús, coche, casa, etc.).
El niño, generalmente, es capaz ya de
dibujar una línea vertical al año y medio; la horizontal y el círculo a
los dos años; la cruz a los tres; el cuadrado a los cuatro y el rombo a
los siete años.
e) La figura humana se perfila
Entre los tres y cuatro años el niño va depurando sus
dibujos. La figura humana evoluciona de un simple humanoide con piernas y
cabeza a una figura más completa en las que ya se han incorporado el
cuerpo y los brazos. La cabeza con frecuencia aparece muy grande al
igual que los ojos. En los niños más detallistas puede que también se
incorpore el pelo como un elemento más.
f) Se consolida la forma
Estamos ya en los cinco años. Las diferentes estructuras
cognitivas han ido madurando y el dibujo es una más de las facetas en el
que el niño ha progresado. Ahora la figura humana es perfectamente
identificable y presenta la mayoría de los elementos principales:
Cabeza, cuerpo y extremidades superiores e inferiores. En la cara puden
observarse los ojos y la boca. La nariz y las orejas suelen tardar un
poco más. La presencia del cabello es también habitual. Además aparece
otros aspecto importante: la diferenciación. Cuando se pintan
varias figuras humanas, el niño es capaz de pintar en cada una de ellas
rasgos diferenciales (más grande, más pequeño, con pelo, sin pelo,
alegre, con algún objeto en la mano, etc.). Este detalle es importante
dado que es un síntoma de creatividad y de capacidad de observación del
entorno.
g) El personaje en situación
De los cinco a seis años el dibujo está consolidado. Cada niño a su forma y con su propia destreza. No obstante, el dibujo va a mantener un elemento común en todos los niños: Su capacidad de ser una plataforma comunicativa, un escaparate donde se nos va a mostrar un mosaico de sensaciones y emociones, es decir, el mundo interno del niño. No siempre serán obvias sino que deberan interpretarse cautelosamente en la clave peculiar e intransferible de cada niño.Ahora, figuras humanas y objetos interactuan dentro del papel y el niño puede plasmarlas no tan sólo como formas individuales sino formando parte de una escenificación, de una situación concreta.
2- Aspectos a evaluar en las primeras etapas
A continación se exponen algunos de los elementos que pueden ser susceptibles de observación y evaluación en las primeras etapas del niño.
a) El modo en que coge los lápices.
Lo hace de forma tranquila o lo agarra fuertemente. Su trazo será seguramente aún torpe pero si los agarra de forma forzada puede ser un indicador de tensión. Es aconsejable que le indiquemos tranquilamente como debe cogerlos, pero dejándole cierta libertad en sus primeros encuentros con el papel para que vaya experimentando.
b) La mirada y la actitud.¿Disfruta el niño con la actividad? ¿Solicita los lápices?
Debemos verificar si está pendiente de lo que hace fijando la mirada en el papel o simplemente se limita a hacer movimientos con el lápiz sin prestar atención. En éste último caso deberíamos intentar corregirle y que atendiera visualmente a lo que está haciendo. Si no está motivado para pintar mejor dejarlo para otro momento. No forzarlo.
Una inclinación natural hacia el dibujo es buen indicador de la capacidad de aprendizaje posterior.
c) El espacio que ocupa.Ver el espacio que ocupa en el papel puede darnos algunas pistas. En general ocupar todo el espacio se asocia a confianza, seguridad, ganas de explorar el entorno, etc. Cuando el espacio ocupado se reduce a alguna zona en concreto o los garabatos son pequeños se interpretaría en sentido contrario, es decir, timidez, retraimiento, introversión.
d) El trazo.
Un trazo firme, seguro y estable al hacer el garabato puede significar soltura de movimientos, ganas de explorar, de experimentar, buena predisposición al juego, a aprender, etc. Si el trazo se efectúa con exceso de presión o velocidad puede ser un indicador de impulsividad o falta de control.
e) Forma.
En general, los niños empiezan dibujando formas rectilíneas para progresivamente incorporar las formas onduladas. Una vez pasada la etapa de los primeros garabatos, cuando se empieza a adquirir un poco de destreza con el dibujo, las líneas rectas largas trazadas de esquina a esquina del papel, en especial las ascendentes, pueden ser indicadores de cierta agresividad hacia el exterior o falta de control de impulsos. Por el contrario, los trazos con predominio de las formas onduladas o redondeadas son propias de niños con mayor control sobre sí mismos y quizás de mayor complicidad afectiva con las figuras de apego.
3- El dibujo a partir de los 5 años
Sin embargo, es a partir de los cinco años, cuando el dibujo se convierte en una herramienta de gran utilidad en la evaluación psicológica de los niños. Acompañándolo de preguntas simples acerca de algunos de los aspectos dibujados, nos proporciona información valiosísima y el niño lo vive de forma muy natural, poco intrusiva lo que le ayuda a expresarse con libertad.
4- Rasgos psicológicos y su expresión en el dibujo
La siguiente tabla muestra un resumen de
algunos rasgos psicológicos y su expresión en el papel. Esta exposición
pretende ser aproximativa. No deben, en todo caso, interpretarse las
asociaciones de determinadas características con evidencias ciertas de
la presencia de determinadas conductas o patrones emocionales. Los datos
expuestos obedecen a probabilidades estadísticas no a hechos con
seguridad absoluta. Se trata sólo de pistas que pueden orientar una
evaluación más objetiva y especializada en los ámbitos que se consideren
relevantes.
Rasgos Psicológicos: | Indicadores gráficos: |
---|---|
Agresividad, desobediencia | Presencia de dientes muy destacados. Brazos largos con manos cerradas. Garras en lugar de dedos. Formas con trazos rectos muy alargados y en sentido ascendente. Marcada asimetria de las extremidades cuando se representan personas. Dibujo de números, letras, signos u objetos repetidos siguiendo una progresión ascendente en su tamaño. |
Ansiedad - Temor | Los temores infantiles se manifiestan en el dibujo mediante un grafismo reducido, indeciso, pequeño, simple en su forma. En ocasiones, el niño puede preferir dibujarse dentro de una casa, vehiculo, etc. que le proporcione cobijo frente al mundo externo y sus fantasmas. Poca expresividad en las caras. Si el temor es hacia alguna persona en concreto, la representará con brazos cortos o sin ellos. La presencia de ansiedad puede reflejarse también en el sombreado de la cara(parcial o total) siendo muy significativo entre los 5 y 12 años. |
Motivación para el Aprendizaje y la Escuela | Dibujos bien proporcionados enriquecidos con algunos detalles (ver dibujo 2). Las caras suelen representarse con grandes ojos, hay expresión, el cuello suele estar presente. El dibujo está bastante centrado y ocupa buena parte del papel. Brazos abiertos y piernas bien definidas. Caras sonrientes, elementos extra como pequeños animales (caracoles, mariposas...). |
Egocentrismo | Cabeza grande, formas exageradas. Si se trata de un dibujo de familia o de varias personas, el niño se dibuja primero y aparece notablemente más grande que los demás. (ver dibujo 2) |
Comportamientos y pensamientos obsesivos | El dibujo se realiza siempre con un método muy similar, siguiendo una misma rutina un mismo tema o colores. Es un dibujo elaborado que crea mucha ansiedad al niño si se equivoca o cree que no le ha quedado bien. Necesidad de borrar con frecuencia. Trazos simples muy repetitivos pueden estar asociados a discapacidad mental. (Ver dibujo 3) |
Inseguridad | Brazos y manos pequeñas y/o pegados al cuerpo. Piernas delgadas o inestables. Trazo irregular, inseguro, fallos con rectificaciones frecuentes. Figuras comprimidas o pequeñas. Inclinación de la figura en 15º o más. |
Perseverancia | Figuras bien contorneadas. Riqueza de detalles. Los personajes aparecen con el rostro expresivo y con todos los elementos. Cabello bien definido. Si se utiliza el color se ha rellenado gran parte del dibujo. Trazo pausado poco impulsivo. Buena atención. |
Déficit atencional. Impulsividad | Dibujo desorganizado. Normalmente a mayor déficit atencional menor capacidad para estructurar un dibujo global. El niño preferirá dibujar pequeños objetos inconexos de diferentes temáticas y formas. Poca definición, pobreza de detalles. Objetos irreales o muy distorsionados. Cuando coinciden déficit atencional e impulsividad el dibujo pasa a ser más una descarga tensional que una actividad placentera. El niño dibujará sólo elementos de su interés y tenderá a ocupar todo el espacio del papel con pocas formas mal dispuestas. |
Lateralidad Cruzada | La lateralidad cruzada se manifestará por la presencia de figuras, letras o numeros en forma invertida (como reflejadas en espejo). El trazo del dibujo será irregular con formas distorsionadas. (Ver dibujo 4) |
Autocontrol | Simetria en el dibujo. Formas onduladas, bien proporcionadas. Si el dibujo está coloreado no se traspasan los límites del contorno. |
Autoestima | Buena organización del espacio. Brazos y manos abiertos. Tamaño de la figura grande. El dibujo suele ocupar casi todo el espacio del papel con una distribución adecuada. Expresión positiva en las caras cuando aparecen varias figuras. |
Problemas de relación social o con sus iguales | Brazos pegados al cuerpo, expresión neutra o triste. La figura puede mostrarse indistintamente (según como lo vive el niño) grande o pequeña. Grande cuando se vive la situación como agresión hacia uno mismo y hay que responder o plantar cara. Pequeña cuando el sentimiento es de indefensión, temor o incapacidad. (Ver dibujo 5) |
Discapacidad Mental | El rasgo fundamental es la pobreza y poca variabilidad de los detalles. Dependiendo del nivel cognitivo el niño, éste puede efectuar el dibujo de una figura humana pero será incapaz de introducir variaciones significativas para distinguir, por ejemplo, un hombre de una mujer. Asimetria en las extremidades y/o poca integración de las partes. |
5- Ejemplos de dibujo libre
A continuación se muestran algunos dibujos
libres efectuados por niños y niñas de diferente edad. Se acompaña una
pequeña descripción de los rasgos más relevantes más abajo.
Dibujo 1 (Falta de control y impulsividad)Niño
de 8 años: Se observan trazos desorganizados en un dibujo con las
formas muy distorsionadas (es un coche). La serie de letras van
aumentando progresivamente.
Dibujo 2 (Sensibilidad y afecto)Niño 5 años: Con este dibujo expresaba a su cuidadora el cariño que le profesaba. A destacar la riqueza del dibujo complementado con un árbol con hojas y numerosos animales pequeños (mariposas, hormigas...).
Dibujo 3 (Trastorno del desarrollo intelectual)En un niño/a de más de 6 o 7 años, el trazado de la figura humana todavía sin representar el cuerpo humano puede indicar un trastorno del desarrollo intelectual.
Dibujo 4 (Lateralidad cruzada - TDAH)Niño de 6 años: Los trazos efectuados en el papel indica un patrón de hiperactividad. En la segunda fila se observan una serie de números invertidos (4 y 9) propio de la lateralidad cruzada.
Dibujo 5 (Inteligencia y retraimiento)Niño de 10 años. Excelente dibujo con todo tipo de detalles. Propio de un niño con destreza e imaginación. La figura está con los brazos pegados y las manos en los bolsillos. Es un espectador pasivo sin intención de actuar y mirando de reojo lo que ocurre a su lado. Su sensibilidad puede entrar en conflicto con lo que le rodea...
Dibujo 6 (Perfil obsesivo y ritualista)
Niño de 9 años. La repetición constante de pequeños detalles en el dibujo, el efectuarlo siempre con elementos que se repiten puede indicar una personalidad obsesiva, ritualista. En algunos casos también discapacidad intelectual.
Dibujo 2 (Sensibilidad y afecto)Niño 5 años: Con este dibujo expresaba a su cuidadora el cariño que le profesaba. A destacar la riqueza del dibujo complementado con un árbol con hojas y numerosos animales pequeños (mariposas, hormigas...).
Dibujo 3 (Trastorno del desarrollo intelectual)En un niño/a de más de 6 o 7 años, el trazado de la figura humana todavía sin representar el cuerpo humano puede indicar un trastorno del desarrollo intelectual.
Dibujo 4 (Lateralidad cruzada - TDAH)Niño de 6 años: Los trazos efectuados en el papel indica un patrón de hiperactividad. En la segunda fila se observan una serie de números invertidos (4 y 9) propio de la lateralidad cruzada.
Dibujo 5 (Inteligencia y retraimiento)Niño de 10 años. Excelente dibujo con todo tipo de detalles. Propio de un niño con destreza e imaginación. La figura está con los brazos pegados y las manos en los bolsillos. Es un espectador pasivo sin intención de actuar y mirando de reojo lo que ocurre a su lado. Su sensibilidad puede entrar en conflicto con lo que le rodea...
Dibujo 6 (Perfil obsesivo y ritualista)
Niño de 9 años. La repetición constante de pequeños detalles en el dibujo, el efectuarlo siempre con elementos que se repiten puede indicar una personalidad obsesiva, ritualista. En algunos casos también discapacidad intelectual.
A tener en cuenta:
Los contenidos de este blog sólo tienen carácter de información general. Dicha información no debe ser utilizada con fines diagnósticos o de tratamiento. Sólo el profesional de la salud pertinente está facultado para tomar las decisiones adecuadas tras la evaluación del caso concreto.
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