LA PRÁCTICA DEPORTIVA CAMBIA EL CEREBRO DE LOS NIÑOS

 

LA PRÁCTICA DEPORTIVA CAMBIA EL CEREBRO DE LOS NIÑOS 

Durante mucho tiempo, la depresión en adultos se ha asociado con una reducción hipocampo, región del cerebro que desempeña un papel relevante en la memoria y la respuesta al estrés. Ahora, una nueva investigación relaciona la participación en los deportes de equipo con un mayor volumen del hipocampo y una menor incidencia de la depresión en niños de 9 a 11 años.
«Hallamos que la participación en deportes, pero no en actividades como la música o el arte, puede asociarse con un mayor volumen del hipocampo tanto en niños como en niñas, y con una menor incidencia de la depresión en los niños», señala Lisa Gorham, de la Universidad de Washington en San Luis y autora principal del estudio. El trabajo se publica en Biological Psychiatry: Cognitive Neuroscience and Neuroimaging.
Los hallazgos sugieren que el equipo o un componente estructurado de los deportes en equipo, como la interacción social o la regularidad que brindan estas actividades, aporta un beneficio adicional, indican los autores.
Deporte para prevenir la depresión
Para su estudio, los investigadores utilizaron los datos de 4.191 niños con edades entre los 9 y 11 años registrados en un estudio nacional sobre el desarrollo cerebral y cognitivo del adolescente de Estados Unidos. Además, entrevistaron a los padres sobre la participación de sus hijos en los deportes y otras actividades, así como sobre los síntomas depresivos. Mediante exploraciones de neuroimagen obtuvieron información sobre el volumen hipocampal de los niños.
Los resultados revelaron que existe una relación entre la participación en los deportes de equipo y el volumen del hipocampo en las niñas pero, a diferencia de sus compañeros masculinos, no con la depresión. Ello apunta a que diferentes factores contribuyen al trastorno depresivo en las niñas, o que en ellas dicha asociación sucede en un período de desarrollo posterior, apuntan los autores. No obstante, advierten que estos resultados son correlacionales, no causales. Por esa razón, es posible que los escolares más deprimidos participen menos en los deportes de equipo o que tengan un hipocampo de menor tamaño. Cualquiera de los dos supuestos podría contribuir a entender la depresión infantil.
«El hecho de que la relación sea más marcada en los deportes en equipo o estructurados sugiere que la combinación de ejercicio físico y el apoyo social o la estructura que se obtiene al estar en un equipo puede ayudar a prevenir o tratar la depresión en los jóvenes», concluye Gorham.


Fuente: Universidad de Washington en San Luis
Referencia: «Involvement in sports, hippocampal volume, and depressive symptoms in children», de Lisa S. Gorham et al. en Biological Psychiatry: Cognitive Neuroscience and Neuroimaging, en prensa; publicado en línea el 4 de febrero de 2019.


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